Fué tras aquella sesión de espiritismo, durante algún tiempo padeció
extraños sueños y alucinaciones donde sus amigos y conocidos se convertian en
demonios, desde entonces, cada vez que algo le alteraba, quedaba expuesta a
esas entidades, en ocasiones podía escuchar a gente caminando por la casa, a
veces veía sus siluetas, las puertas se cerraban solas y los objetos cambiaban
solos de sítio pero esta vez fué diferente, había distinguido claramente la voz
de su madre llamándola desde fuera, tenía la mano puesta en la cerradura lista
para abrir cuando escuchó una voz interior gritandole: No, no abras! pero ella
soltó la llave y se quedó esperando a que ella hiciera su aparición, algo que
obviamente no hizo, ya que vivía sola desde que sus padres murieran en un
accidente años atrás.
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