Divertido



Con doce años era todo un aficionado a cazar pájaros, vivía obsesionado por matar seres indefensos, aquella tardé llegué a mi habitación complacido, cogí una caja y guardé en ella mi reciente captura, estaba contento porque había logrado cazar un pájaro sin matarlo, me acosté satisfecho y caí en un profundo sueño, en él, me veía en medio del monte, era de día y estaba completamente solo, el ambiente era opresivo, con un cielo gris y apagado, estaba muy asustado, sentía que alguien me estaba siguiendo y al girarme, vi un muchacho, de mi edad cubierto de plumas, sus ojos eran cristales oscuros, tenía la mandíbula descarnada y los dientes al descubierto, los dedos de sus manos, se  metieron en mi boca introduciendose hasta la garganta, desperté tosiendo ahogado y ya no pude dormir en toda la noche. Al día siguiente estaba enfermo, vomité durante todo el día, y al vomitar, tuve la sensación de estar expulsando fragmentos de hueso, me acordé del pájaro que tenía encerrado en la caja, y cuando fuí a verlo, sólo encontré su esqueleto.
Todas las noches sueño con pájaros devorando mi cuerpo, el dolor me consume y pienso que ese es mi castigo por el daño causado a esas criaturas, tanto a las que provoqué una lenta agonía tras producirles una herida mortal como a quienes arranqué de su nido para divertirme con su tortura. 

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