Errante

Me senté frente a ella y juntamos nuestras manos, ella las tenía muy calientes, yo en cambio las tenía heladas y temblorosas. Comencé a sentir miedo, pero buscaba respuestas que no encontraba a mi alrededor, de pronto, sentí una mezcla de emociones inexplicables: un calor enorme se fué apoderando de mí, era una sensación única, me sentía pletórico, con mucha fuerza, quizás estuviese sugestionado por la situación, pero aquello parecía muy real, lo sentía con mucha intensidad...una avalancha de imágenes asaltó mi cabeza: recordé el día del accidente, un coche asaltó mi carril, había ciertas lagunas en mis pensamientos pero lo que sí recordaba era la ambulancia llevándose al otro conductor mientras yo permanecía allí de pie contemplándolo todo sin saber qué estaba sucediendo, nadie se preocupó por mi estado y eso me extrañó, pero ahora todo iba cobrando sentido, recordaba haber salido del coche con toda normalidad y aquello no era normal después del estado en que habían quedado nuestros vehículos. Fue en ese momento cuando entendí que no había sobrevivido al accidente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario