La influencia



Una voz interior guiaba sus actos mientras subía la escalera para entrar en el baño, una vez allí, permaneció inmóvil frente al espejo sin hacer nada, tan sólo el sonido de su respiración quebraba el  profundo silencio hasta que reaccionó: con lentitud levantó el alicate y lo puso frente a su boca abrió la tenaza y agarró uno de sus dientes. Hizo presión, giró y tras un sonido de rotura, el diente cayó en el lavamanos, sobre un hilo de sangre, conteniendo el dolor continuó el proceso y fue arrancándose los dientes uno a uno, luego las muelas, hasta que sus encías quedaron reducidas a muñones sangrantes.
Se despertó entre espasmos y empapado en sudor, con el corazón latiendo desbocado, a la mañana siguiente, reflexionó sobre si la casa que había alquilado estaba ejerciendo algún tipo influencia sobre él, y se decidió a bajar al sótano. Allí abajo estaba todo oscuro y en el fondo de la sala, distingió un bulto irregular, cuyo tamaño era del tamaño de un enano aunque parecía hecho de gelatina y cuando se acercó para verlo mejor, descubrió que parecía un feto monstruoso, más tarde, encontró el interruptor y cuando el destello iluminó el rostro de aquel ser, este emitió un gemido infrahumano mostrando una boca de encías desdentadas.

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