La melodía

Dicen que había sido un duro golpe para ella pues había enviudado recientemente y el hijo que acababa de perder era lo único que le unía a este mundo, así que cogió la ropita del niño y la guardó en un baúl para donarlo a la iglesia.

Transcurrieron los años y no se supo más de ella, unos dicen que murió de tristeza por lo ocurrido, otros dicen que acabó recluida en un psiquiatrico, pero ese mismo baúl llegó hasta mis manos en una reciente subasta de anticuarios y pese a que el objeto tenía más de cien años, parecía encontrarse en perfecto estado; mi sorpresa fué que al abrirlo, una extraña melodía brotó de su interior, cerré el baúl de inmediato y la musica dejó de sonar, lo volví a abrir y la melodía volvió a escucharse, como un canto etéreo y lejano, desde entonces, he repetido este acto de forma casi rutinaria y siempre que escucho la melodía, noto como pierdo los vinculos que me unen a este mundo.

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