Cuando su corazón
se paró, tuvo una serie de extrañas visiones mientras permanecía tumbado en el
suelo: durante los primeros momentos de conmoción, recordó su vida anterior:
una triste vida repleta de fracasos y escarmientos, de objetivos no alcanzados
y de sacrifícios estériles, aunque dentro de aquella biografía, también hubo
lugar para la genialidad y para los momentos más sublimes, y todo aquello
seguía vivo en su alma, recordó por primera vez quién era, o quién había sido,
en una vida anterior, cuando era otro el cuerpo que albergaba su espíritu y
otro el nombre que designaba aquel cuerpo. Porque la verdad es que su espíritu
se había diluido en sucesivas ocasiones a través de ese infinito flujo de
energía llamado universo, para retornar una y otra vez desde los misteriosos
abismos del Más Allá.
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