Tras la ventana

Afuera, tras la ventana, se veía la silueta de una mujer con una cabellera muy larga y desordenada, que llevaba puesto un vestido largo, sucio y deshilachado, su visión nos pareció horríble y amenazante como cualquier imagen que traspasa el cristal para usurpar la claridad interior desde la penumbra. Ibamos a echar la cortina decididos a ignorarla cuando comenzaron a escucharse quejidos y lamentos procedentes de la parte superior de la casa, subimos rápidamente y al llegar arriba, las voces cesaron, quedando tan solo el zumbido del viento sonando en el exterior, al fondo del pasillo vimos la puerta entornada de la habitación intermitentemente iluminada, allí nos encontramos con el espectro de una niña con la mirada ausente en algún lugar perdido en el tiempo; parecía  impregnada de sangre, el pelo caido a un lado de su cabeza y a través de sus negros y brillantes ojos verdes parecía verse su alma. De pronto, la habitación comenzó a temblar, el armario que había en una esquina volcó con un fuerte estruendo y la niña empezó a gritar, una onda de viento irrumpió de súbito formando un torbellino que dió varias vueltas a la habitación y salió pasando violentamente a nuestro lado. Cuando todo acabó, regresamos abajo y volvimos a mirar a través de la ventana, entonces vimos a la mujer alejandose hacia el bosque con la niña en brazos.

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